ACTIVIDAD BLOQUE II: SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN.
Introduccón:

“Para que
una historia mantenga de verdad la atención del niño, ha de divertirle y
excitar su curiosidad. Pero, para enriquecer su vida, ha de estimular su
imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones;
ha de estar de acuerdo con sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer
plenamente sus dificultades, al mismo tiempo que le sugiere soluciones a los
problemas que le inquietan, sin
disminuirlos en absoluto, y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí
mismo y en su futuro.” (B.Bettelheim.)
Mi
adaptación del cuento folclórico irá dirigida a niños de 9 a 12 años, estando
en la etapa fantástico – realista según evolución
de los intereses del niño en relación con la literatura de Francisco Cubells.
Elegí esta opción ya que, al querer modificar lo mínimo, debía ampliar más el
rango de edad. Aparte de esto, Cubells también nos cuenta sus intereses se
inclinan hacia un argumento más
dinámico, aventuras en países y pueblos diversos, personajes valientes,
descubridores, con los cuales identificarse. Por otro lado, también se
encuentran en la etapa de las operaciones concretas de Piaget, ya pudiendo
reconocer el significado de los símbolos y el lenguaje figurado, la relación
entre hechos y sentimientos, y adquiere el gusto por la aventura.
Esquema de los elementos que debemos
mantener:
- § La protagonista vivía en su hogar, querida por sus padres. Representa la infancia, en donde estamos protegidos.
- § Un suceso cambia la situación en el hogar, muere la madre, desapareciendo la protección y el apego familiar.
- § La protagonista crece, se hace mayor, alcanzando la adolescencia.
- § No puede cumplir con la petición del padre, demuestra astucia al alargar el tiempo, pero termina huyendo.
- § Comienza el viaje iniciático, representando la iniciación de la vida adulta.
- § La encuentran y llega al castillo. Trabaja allí escondiendo su identidad.
- § Hay un evento popular en donde ella se muestra al príncipe.
- § Gracias a unos objetos personales el príncipe descubre que era la misma persona que ya trabajaba escondida en el castillo.
Adaptación del cuento
folclórico: “Toda clase del pieles”
Había una vez, en un país muy
lejano, un rey y una reina que eran jóvenes enamorados. La reina era la mujer
más bella de todo el mundo. Sólo había una cosa que no les hacía felices, y era
que todavía no tenía descendencia. Un día la reina le dijo al rey que estaba
embarazada, inundando de felicidad a todo el reino. A los nueve meses nació una
niña preciosa, igual que su madre. A pesar de no ser niño para poder ser el
futuro rey, estaban emocionados con el bebé. Desgraciadamente, la reina no se
mejoraba del parto, continuaba con muchos dolores y el médico del reino le
comunicó al rey que era complicado que lo superara. El rey no se lo quiso
ocultar a su mujer, y ella le dejó a su hija tres regalos para que siempre la
recordara: su propio anillo de bodas, un colgante de oro con forma de rueca que
tenía desde pequeña, y un abrigo muy
especial elaborado con pieles de todo tipo de animales, único en todo el mundo.
Le pidió al rey un favor, que cuando su hija tuviera uso de razón, se los
entregara a la niña y le hablara de ella.
Al poco tiempo, la reina murió.
Pasaron los días, los meses y los
años, y la niña creció. Había heredado la belleza de su madre, preciosa, de
cabellos dorados, ingeniosa y lista, aparte de feliz y divertida. El rey la
quería y cuidaba, pero desde la muerte de su mujer nunca volvió a ser el mismo,
tenía los ánimos bajos y ya no era tan cariñoso con ella. Aparte de esto,
dedicaba mucho tiempo a su mandato como rey. Al seguir pasando los años, y su
hija alcanzar la adolescencia, sus consejeros le presionaban ya que no tenía un
descendente varón. Un día, el rey se sentó a hablar seriamente con su hija y le comunicó que debían encontrar un príncipe
para convertirlo en rey. Sus consejeros, llenos de fríos intereses intentaban manipular al rey para
que su hija se casara con un príncipe de un reino cercano, ya que los pactos
eran muy beneficiosos. Y así fue, el rey convocó un evento de encuentro entre
los reyes del reino cercano y su hijo varón para sellar el pacto de matrimonio
y su consecuente fecha. Esto descolocó totalmente a la princesa, ya que de
ninguna manera ella quería casarse sin conocer a la otra persona, y muchísimo
menos sin estar enamorada. Intentó hablar con su padre, intentó hacerle entrar
en razón, pero el rey no daba su brazo a torcer por las grandes presiones que
tenía encima. Demostrando su astucia, a la princesa se le ocurrió una
estrategia para alargar el tiempo hasta su obligado matrimonio. Habló con su
padre y le dijo que aceptaría el trato si le regalaba dos vestidos para usar en
su boda, uno tan dorado como el sol y otro tan plateado como la luna. El rey
aceptó la petición de la hija, contento por haber recibido su visto bueno y
seguir adelante con los planes de boda.
Los mejores sastres del reino se
movilizaron para conseguir las mejores telas, hijos de oro y diamantes para
elaborar estos tres magníficos vestidos. La estrategia de la princesa funcionó
durante unos meses, pero finalmente, el rey le entregó los vestidos y le
comunicó que la boda iba a celebrarse exactamente en 15 días, que no podían
esperar más. La princesa cogió los vestidos con una fría falsa sonrisa y se
fue. Pensó y pensó durante horas, pero no por mucho más tiempo, ya que su
inteligencia la alumbró con un nuevo plan. Huiría la noche antes de la boda.
Tuvo tiempo suficiente para prepararlo todo. Metió en una maleta los dos
vestidos y sus objetos más preciados, los tres regalos de su madre, el colgante
de la rueca, su anillo de bodas y el abrigo de toda clase de pieles para
esconderse en su huida por la noche.
(He eliminado
el segundo favor que la reina le pide al rey de casarse con una mujer más bella
que ella para evitar posteriormente el tema del incesto, en donde el rey le
pide a la hija que se case con ella para darle un hijo varón. De esta manera,
también los regalos de la madre a su
hija lo modifico levemente incluyendo el abrigo de toda clase de pieles, y
eliminando un vestido. Está bastante claro que el tema del incesto hay que
eliminarlo porque no es un tema para hablarlo en profundidad con los niños en
clase, incluyendo todas las edades. Lo que sí que se debía respetar es el tipo
de motivo que lleva a la huida, y es un hecho que a la princesa le obligan a
hacer algo que ella no quiere. Opté por un matrimonio obligado, en parte a raíz
del enfriamiento de la relación entre padre e hija después de la muerte de la
reina. En las edades de 9 a 12 años son temas que comprenden e incluso pueden
sentir empatía hacía la protagonista cuando se enfrenta a una situación en
donde se nos dice lo que hay que hacer y no queremos, e incluso se puede
reflexionar sobre la relación padre-hijo. Mi intención es que la personalidad
astuta e inteligente de la princesa se mantenga, ya que los niños se sienten
atraídos por personajes valientes y aventureros, como decía Cubells.)
Llega el día de antes de la boda y
todos los preparativos están a punto, pero ella también. Cae la noche, prepara
su maleta y su abrigo y se adentra por los muchos pasillos del castillo. Ella
los conocía perfectamente de sus juegos de niña, sabía por cuales tenía que
pasar para evitar cualquier susto. Finalmente llega al bosque y camina
alejándose de un destino que no eligió, en busca de otro nuevo distinto. Se
intentó alejar lo máximo posible, andaba por las noches para no ser
descubierta, y dormía por el día escondida bajo el abrigo. Un día, ya cansada,
escuchó perros y gente que cazaba. Se intentó esconder pero los perros la
encontraron. Aquellos al ver las pieles creyeron que era un animal y al ver que
iba a morir, gritó que por favor la dejaran vivir que estaba perdida, ni sabía
quién era ni de dónde venía y que se llamaba “Toda clase de pieles”. Los
cazadores trabajaban para otro palacio, para otro príncipe, y decidieron
ayudarla, darle de comer, e incluso un trabajo en las cocinas. Allí estuvo
varios meses, escondida bajo la capucha de su abrigo, aprendiendo cosas nuevas
que una princesa no solía hacer, se mostraba amable, con ganas de aprender, y
sobre todo, se sentía feliz de haber tomado aquella decisión. Al convivir allí tanto tiempo, la princesa
comenzó a sentir lo inevitable, se empezó a enamorar del príncipe, pero le daba
miedo sacar a la luz su identidad y que la devolviera a su padre.

A la noche siguiente, la princesa
repitió los mismos pasos, pero esta vez se puso su vestido tan plateado como la
luna. Estaba radiante, como un personaje mágico. Bailaron, conversaron, pero esta vez el
príncipe fue más astuto y no la dejó escapar tan fácilmente como la noche
anterior. La entretuvo tanto con la conversación que consiguió ponerle un
anillo de oro suyo sin que ella se diera cuenta. Más tarde, la princesa se dio
cuenta de la hora y consiguió volver a escaparse a su habitación para ponerse rápido el abrigo de todo tipo de
pieles y volver a la cocina. Pero ésta vez no le daría tiempo a mancharse otra
vez la cara ni las manos. El cocinero le pidió que por favor se diera prisa que
tenía que subirle rápidamente el caldo al príncipe. Antes de entrar, dejó caer
el último regalo de su madre, el anillo de bodas. Al entrar a la habitación,
esta vez el príncipe le pidió que se quedara hasta que se tomara la cena y así
se lleva el plato de vuelta. Mientras cenaba, la observaba. Le preguntó qué era
lo que había en su plato, si sabía que significaba, pero ella lo negó todo. Él
se acercó y le retiró la capucha de su gran abrigo y quedo al descubierto su
hermoso rostro. Le dijo que el anillo que había en su caldo era el compañero
del anillo que él había dejado caer en su mano en el baile, que ella era la
mujer con la que siempre había soñado y que quería pasar con ella el resto de
sus días, que le daba igual que fuera cocinera o princesa. Ella le respondió
muy feliz que si, le contó su historia y prometió protegerla de su padre. Y
fueron felices para siempre.
(Esta
última parte del cuento la mantengo fiel al original y simplemente quito una noche del baile al haber eliminado
un vestido y un objeto de la madre. Esto acorta la duración del cuento para que
sea algo más ameno. Aún así, es un cuento de una duración media – larga, pero
para las edades de 9 a 12 es adecuada ya que ya puede leer textos largos y
complejos sin tener freses demasiado largas.)
Conclusión:
Este cuento
folclórico se transmitiría oralmente, respetando la forma en la que siempre han
existido. Según Vygotsky, el desarrollo mental del hombre tiene su origen en la
comunicación verbal entre el niño y el adulto. Así se remarca no solo la
importancia de los temas sino también la de la oralidad a la hora de contar un
cuento. Especialmente los cuentos de hadas, de fantasías y aventuras,
transmiten conocimientos, tradiciones, maneras de ser y de pensar, consiguiendo
que se identifiquen con los sentimientos de los personajes.
“En este
sentido, los cuentos de hadas tienen un valor inestimable, puesto que Los
cuentos de hadas suelen plantear, de modo breve y conciso, un problema
existencial. Esto permite al niño atacar los problemas en su forma esencial,
cuando una trama compleja le haga confundir las cosas. El cuento de hadas
simplifica cualquier situación.”
“Actualmente,
como en otros tiempos, la tarea más importante y, al mismo tiempo, la más
difícil en la educación de un niño es la de ayudarle a encontrar sentido en la
vida. Se necesitan numerosas experiencias durante el crecimiento para alcanzar
este sentido. El niño, mientras se desarrolla, debe aprender, paso a paso, a
comprenderse mejor; así se hace más capaz de comprender a los otros y de
relacionarse con ellos de un modo mutuamente satisfactorio y lleno de
significado.” (Bettelheim)
BIBLIOGRAFÍA:
“Psicoanálisis
de los cuentos de hadas” Bruno Bettelheim
“Evolución de los intereses del niño en relación con
la literatura.”Francisco Cubells.
“El desarrollo de los procesos psicológicos
superiores” Vygotsky